Teatro Mariano Matamoros: arte y cultura de Morelia para el mundo

  • Artistas michoacanos consideran que la apertura de este espacio es una luz en medio de la oscuridad que ha dejado el COVID-19

  • Rescatado por el actual gobierno del abandono, el Teatro es un escenario multifuncional con un alto valor estético y tecnológico

Morelia, Michoacán, a 26 de marzo de 2021.- La riqueza arquitectónica del Centro Histórico, en la señorial Morelia, se ha elevado a una esfera imprevista con la apertura del Teatro Mariano Matamoros, luz resplandeciente para un vasto gremio artístico inmerso en las tinieblas de una pandemia mundial que parece no tener fin.
Voces michoacanas en consonancia

Óscar Tapia Campos, periodista michoacano de amplia trayectoria, relata que hace ya muchos años, el actor y director teatral Francisco Bautista tuvo la idea de que el edificio que durante décadas fue ocupado por el Cine Colonial, fuera convertido en “Teatro de la Ciudad”, lo que motivó sornas, chascarrillos y burlas, debido a que muchos consideraron su sueño como una chifladura; sin embargo, hoy, décadas después, su anhelo cristalizó.

El ganador de premios estatales en las categorías de Periodismo Cultural y Reportaje, asegura que, desde ahora, la capital de Michoacán puede ser sede de festivales, encuentros, muestras y puestas en escena de obras dignas de los escenarios más prestigiados del mundo.

Con 30 años de carrera artística, Rocío Vega, cantante de música tradicional mexicana, lo considera una motivación tanto para el artista, al invitarle a desarrollar proyectos profesionales dignos de ese espacio, como para un público ávido de eventos que nutran el alma y la mente.

La intérprete, cuya vida inspiró el filme “La voz de un sueño”, opina que la presentación de la Kuinchekua en el evento inaugural del recinto, el pasado 16 de marzo, significó su entrega simbólica a la sociedad michoacana, porque “tenía que ser un espectáculo de tal naturaleza, que viniera del corazón de Michoacán”.

Para Israel Rosales, director y coreógrafo del Ballet Folklórico de Morelia, agrupación independiente que data de una década, la apertura del Teatro Mariano Matamoros es esperanza manifiesta en tiempos de escasez, para quienes han pensado seriamente en claudicar a los sueños de hacer propuestas novedosas con personalidades propias.

«No sólo estamos maravillados, porque abre sus puertas cuando todos los demás recintos están cerrados. Es un espacio increíblemente bien hecho, en pocas palabras espectacular. Para muchos de mi generación fue un referente y esa espina de poder, en algún momento, pisar su escenario. Para Morelia, como ciudad, puede ser una oportunidad perfecta de posicionarse en el lugar que se merece como la capital cultural de México”, compartió el artista escénico.

El cancionero popular mexicano es semilla fértil que trasciende las fronteras del país y se disemina por el mundo, por medio de composiciones, voces, acordes y tocadas tan genuinas y excepcionales como las de Bola Suriana.

Gumersindo Rolando López Monroy, su director y guitarrista, reconoce que el Teatro Mariano Matamoros se erige en un momento crítico, pero a la vez esperanzador, cuando una gran cantidad de foros, chicos, grandes y ya consolidados, han cerrado; por eso espera que motive la creatividad para el encuentro con el público que gusta de la cultura y el arte, el mismo que se encuentra deseoso de volver a ser espectador en esta nueva convivencia.

“Ya estamos viendo, por fin, una lucecita en medio de la oscuridad que nos ha dejado la pandemia, eso nos congratula. Va a ser una pasarela muy importante para motivarnos y prepararnos”, concluyó.

En 2017 nació la Compañía Folklórica Tarasca, bajo la dirección de Antonio Durán Rangel, quien es bailarín desde hace 21 años. Él se manifiesta deseoso de sacarle brillo al piso, de expresar y transmitir la manera de pensar y vivir las tradiciones a través de las bellas artes, «de enamorar y convencer a las demás personas de que la cultura va a ser la base para continuar con nuestra vida cotidiana, porque tenemos presentes nuestras raíces».

Tan señorial como Morelia

La talla del Teatro Mariano Matamoros no la determina sólo su alto valor estético, sino la multiplicidad de tecnologías y características técnicas que lo hacen multifuncional.

En función del evento a realizar, el área escénica es adaptable a tres configuraciones, por medio de la plataforma mecánica y motorizada del foso de músicos, que hace desplazamiento vertical desde el sótano. 

Estas posiciones son: la de orquesta, por debajo del nivel del escenario, con barandilla para protección del público; o en la misma altura que el patio de butacas, dotando a la sala de dos filas adicionales de localidades, que así suman 544; y en la situación de escenario largo, con 2.3 metros más, para aquellas presentaciones que necesiten mayor superficie, ajustando el número de asientos a 484, al descender dos filas de gradas retráctiles.

La concha acústica variable no requiere de refuerzo por dispositivos eléctricos, ya que proyecta el sonido hacia la sala, donde hay paneles con diferentes inclinaciones, lambrines de madera en los costados, al igual que banners y telones con los niveles de absorción necesarios para funciones de cine.

El sistema de sonido Dolby Atmos, ofrece una panorámica más realista, natural, sensorial y envolvente de 360 grados, con 43 bocinas ubicadas estratégicamente alrededor de la audiencia y potencializan las propiedades sonoras.

La iluminación se integra a la arquitectura, los volúmenes, colores y las texturas, para el confort visual y brindar experiencias memorables, según el espacio y el momento de las actividades.

La mecánica teatral está conformada por 16 barras motorizadas de tramoya, que soportarán elementos de luminotecnia, decorados, vestimentas, techos para la cámara de conciertos, puntos de rigging para danza aérea y la pantalla de cine más grande de Latinoamérica, receptora de proyección láser de última generación y tercera dimensión.

La isóptica, de vanguardia en comodidad, incluye butacas acojinadas, ergonómicas y antiflama, con acabados en reposabrazos y respaldo en madera noble de haya, con óptima respuesta acústica. En su diseño de líneas estilizadas y elegancia, se involucraron desde ebanistas hasta artesanos tradicionales de martillado de cobre de Santa Clara.

Mientras que el mezzanine ofrece un formato único, donde el público puede apreciar, sobre los paneles superiores, arte pictórico y muralista animado por computadora en formato de video mapping. La resolución de este mural multimedia es mayor a 15K, en sincronía con luces ambientales y sonido envolvente, creando una experiencia novedosa en la ciudad de la cantera rosa.

Tercera llamada… ¡comenzamos!

Hoy, el teatro Mariano Matamoros constituye un logro tangible de Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán. A diferencia de cuatro gobernantes que le antecedieron, sí cumplió la promesa de habilitar un edificio que se consumía en las ruinas del abandono institucional.

Estableció y materializó la promesa de rescatarlo, destinando a ello una inversión total de 162 millones de pesos y múltiples esfuerzos enfocados a un solo propósito.

Así, la primera llamada se convirtió en tragedia; la segunda, en dramática suspicacia social; y la tercera, es ahora feliz desenlace.